CONOCER A LOS WAHHABIS

Un amigo mutuo me presentó a un antiguo miembro de los salafi que, a su vez, me introdujo en la comunidad. Paradójicamente, ahora puedo afirmar que ser mujer me facilitó la comunicación con los salafi. Hablé con muchos miembros de la comunidad. Fui a mezquitas, hablé con teólogos y antropólogos. Tomé clases de religión. Hablé con las mujeres acerca de cómo se sentían, qué pensaban.

La diseñadora de vestuario consultó con ellas para escoger la ropa y los velos. El maquillador estudió las barbas de los hombres para poder copiarlas. Los decoradores trabajaron con los organizadores del primer campamento wahhabi para construir el campamento de EN EL CAMINO. Todo el mundo nos dijo que era un proyecto peligroso, pero no tuvimos ni una sola experiencia negativa al tratar directamente con los salafi.

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