
Aprendieron a rezar y exploraron la profundidad de la vida en el islam. Ermin trabajó durante dos meses con un hafiz, un experto en recitar el Corán, para una escena de un minuto y medio. Recurrimos a miembros de la comunidad para asesorarnos en las escenas rodadas en la mezquita.
Algunos de los hombres y mujeres que conocimos acabaron siendo extras en la película.
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